Cómo comer y tomar marihuana
El ingrediente activo de la marihuana, el THC (tetra-hidro-canabinol) es disoluble en grasa y en alcohol, esto abre una gran gama de alternativas para crear bebidas y comidas en lugar de fumarla. Consumirla de esta forma es más lento, más duradero y más eficiente (se absorbe un porcentaje mayor del THC que al fumar). Además es más saludable que fumar porque no daña las vías respiratorias ni los pulmones.
Comidas
El método tradicional para comerla es hacer brownies, pero hay muchas otras posibilidades. Lo más recomendado es derretir mantequilla o margarina en una olla y echar adentro la marihuana para que se libere el THC; se deja un rato y luego se quitan las hojas y se usa la mantequilla para cocinar. Con esta mantequilla de marihuana se puede hacer brownies, galletas, cocinar vegetales o simplemente untarla en pan. Algunos incluso echan las hojas en las galletas o brownies pero en éstas probablemente no queda mucho THC. La proporción típica es de 5 gramos (un octavo de onza) por cada barra de mantequilla, y se cocina por 15 o 20 minutos.
Supuestamente lo mejor es calentar la marihuana antes de comérsela pero una vez yo comí sin calentarla y el efecto llegó como tres horas después y duró todo el resto del día.
Bebidas
Se puede disolver el THC en alcohol y luego hacer una potente bebida. Se recomienda conseguir la bebida alcohólica más fuerte (mayor grado de alcohol) porque el agua diluye otros químicos que no nos interesan. Se puede simplemente meter la marihuana en la botella y dejar que suelte el THC pero esto puede tardar 2 o 3 semanas. Lo mejor es calentar el alcohol casi hasta que hierva y echar las hojas; pero cuidado porque el alcohol es muy inflamable. El líquido verdoso resultante se llama a menudo Dragón Verde. Una bebida muy popular consiste de 3 porciones de soda de limón, una porción de Dragón Verde, unas gotas de miel de abeja y mucho hielo.
Os aconsejo que expirementéis con varias recetas hasta lograr resultados dignos de Arguiñano. ¡Suerte con los guisos!